Una vez echado el estiércol, aporcamos y formamos la meseta o caballón. Retiramos la cinta de fleje que nos ha servido como guía, y procedemos a extender las mangas de riego que han permanecido enrrolladas durante todo este tiempo.
Una vez que están extendidas, probamos que están en perfectas condiciones abriendo el riego y viendo que no existen pinchazos o pérdidas. Después procedemos a la fijación de la manga, mediante "horquillas" hechas con alambre fino doblado.
Ya por último, vamos a extender el plástico biodegradable sobre el caballón y la manga de riego. A esta operación se le llama acolchado y su finalidad es evitar la aparición de malas hierbas. Para fijarlo aporcamos a ambos lados con la tierra sobrante de la realización del caballón.
Una vez que están extendidas, probamos que están en perfectas condiciones abriendo el riego y viendo que no existen pinchazos o pérdidas. Después procedemos a la fijación de la manga, mediante "horquillas" hechas con alambre fino doblado.
Ya por último, vamos a extender el plástico biodegradable sobre el caballón y la manga de riego. A esta operación se le llama acolchado y su finalidad es evitar la aparición de malas hierbas. Para fijarlo aporcamos a ambos lados con la tierra sobrante de la realización del caballón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario